Un interesante viaje, aplazado el año anterior, fue el que se realizó el pasado día 25 de marzo a la vecina tierra de Murcia para conocer y recorrer la pequeña línea de vía estrecha entre Cartagena y Los Nietos (19’5 Km), así como tener un encuentro con la Asociación Murciana de Amigos del Ferrocarril.
A pesar del cambio al horario de verano, por aquello de tener una hora de sueño menos, las 40 personas que hicieron el itinerario disfrutaron de un día excelente en todos los aspectos.
Tras el desayuno en el cruce de Overa, punto de encuentro habitual con los socios del Almanzora, el autocar se dirigió directamente a Cartagena, dando una pasada por su magnífico puerto y el famoso submarino de Isaac Peral, para entrar en la pequeña estación de FEVE y encontrarnos con nuestros cicerones: Amalio y Paco de la Asociación Murciana, que nos acompañaron todo el día. D. Cándido Prados, el Jefe de Viajeros de la Compañía, guió al grupo por las instalaciones anexas recientemente remozadas y explicó los detalles de la línea y su explotación. A las 11’55 h., en una moderna unidad MAN se hizo el recorrido de ida y vuelta hasta Los Nietos y, quien quiso, pudo acceder a la cabina de conducción para comprobar las excelencias de estos nuevos trenes y contemplar una perspectiva diferente del trazado.
Después de una estupenda comida, la expedición se dirigió a la estación de RENFE de Cartagena y ,en un “camello” de la serie 592, se llegó a Murcia del Carmen sobre las 17’05 h. El punto más visitado del tren fue, como no, la cabina de conducción.
Ya en Murcia, nuestros amigos de la Asociación Murciana nos recibieron y abrieron las puertas de su magnífica sede, ubicada junto a la propia estación en unos antiguos almacenes de RENFE. La gran maqueta en H0 fue el centro de atención de todos, en donde se pudo contemplar las evoluciones de los trenes a través del circuito; la gran cantidad de elementos ferroviarios y documentos de su museo, así como el jardín exterior con su caseta de señales totalmente operativa, despertó la admiración de todos. Y, como recuerdo, nuestros amigos obsequiaron a los expedicionarios con llaveros de su Asociación y el famoso pimentón murciano, prometiéndonos que nos devolverían la visita próximamente. Y, desde aquí, cansados pero con un gran sabor de boca por lo que se había visitado, se inició el viaje de regreso.