El 17 de octubre de 2019 se cumplirán cien años de la entrada en servicio del primer tren metropolitano de España: el Metro de Madrid, celebración a la que ASAFAL no ha querido dejar de asistir. Para ello, se organizó un viaje a la capital madrileña durante los días 17, 18 y 19 de mayo con un intenso programa de actividades que satisfizo plenamente al grupo de asociados que asistieron. A pesar de la amenaza de las constantes averías que sufre la locomotora 334 asignada al Talgo de Almería – Madrid, los horarios se respetaron tanto a la ida como a la vuelta, lo que contribuyó a que se cumpliera perfectamente con todo lo programado.
Ubicados en un hotel frente a la estación del Norte, la tarde del viernes se dedicó a realizar una visita a la sede de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, en la estación de Delicias, donde fuimos atendidos por el secretario Dionisio Pulido y varios asociados, como Antonio Bueno. En un ambiente muy ferroviario, tuvimos el placer de disfrutar de las magníficas maquetas en H0 y N, así como conversar de la afición que nos une.
El sábado estuvo centrado en el Metro con la visita guiada a la estación “fantasma” de Chamberí, inaugurada en 1919 y cerrada en 1966 por una decisión técnica, permanece tal y como quedó en ese año. Los pasillos, taquillas, tornos, azulejos, publicidad en el andén, carteles informativos, etc., te transportan a la década de los 50 y 60 del siglo pasado, con el añadido del paso de los trenes.
Aprovechando la cercanía y el itinerario previsto, se visitó el depósito elevado de agua de Chamberí del Canal de Isabel II, ubicado en la calle Santa Engracia y reconvertido en sala de exposiciones. Construido en 1907 para garantizar el suministro de agua y la presión adecuada a los edificios del entorno, es un magnífico ejemplo de arquitectura industrial de estilo neomudéjar.
Siguiendo la línea 1, desde Río Rosas hasta Chamartín, para recorrer la exposición de trenes clásicos de Metro que acoge esta última estación, así como contemplar cerca de 100 piezas históricas del suburbano. Los vehículos restaurados comenzaron a rodar en los años 1924, 1927, 1942, 1955 y 1965, formando una excelente muestra de la historia del metropolitano.
A pesar de que estaba previsto visitar la nave de motores de Pacífico, no fue posible debido a que se encontraba cerrada por el montaje de una exposición relacionada con el centenario de Metro. Un motivo para volver.
Continuando con el programa, durante la tarde se realizó el recorrido en la línea 10 de Metro entre Tribunal y Colonia Jardín, para tomar la línea ML3 del Metro Ligero del Oeste hasta Boadilla Centro y así conocer el trazado de este medio de transporte. En la localidad de Boadilla del Monte se visitó el palacio del Infante don Luís, hermano del rey Carlos III, un edificio construido en el siglo XVIII en estilo neoclásico con un amplio conjunto ajardinado de trazado regular llamado popularmente el pequeño Versalles.
La mañana del domingo fue un disfrute total con el vapor vivo en el tren de Arganda que parte desde la antigua estación de La Poveda hasta el apeadero de la Laguna del Campillo del ferrocarril del Tajuña, cerrado en 1997 y cuyo trazado fue salvado para aprovechamiento de este tren turístico. El recorrido, de unos 8 km ida y vuelta, es una experiencia única, como suele ser un tren con locomotora de vapor, en este caso la “Arganda”, fabricada en Kassel (Alemania) en 1925 por Henschel, además de viajar en un coche mixto (AB-201) primera y segunda clase de 1916 construido en Zaragoza por Carde y Escoriaza.
El itinerario se completó con la visita al museo de la estación y la gran maqueta en H0 de ASOCUFE con circulaciones múltiples ubicada en una nave próxima al complejo ferroviario y a la que se accede en un vagón abierto arrastrado por una locomotora diésel Orenstein Koppel de 1956.
Con el tiempo justo llegamos a la estación de Atocha para tomar el tren de regreso a Almería plenamente satisfechos de las tres jornadas ferroviarias en Madrid.
REDACCIÓN ASAFAL
