Cuando sueño me imagino una ciudad transitable, fluida, sin agobios de tráfico, con menos contaminación, sin atascos y, en definitiva, más humana. Pues bien, a todos estos objetivos contribuye una solución de otro tiempo que se ha convertido en la opción del futuro si es que pretendemos vivir en una Almería más dinámica.
Recuerdo aquel día de abril de 2008 cuando el Alcalde daba a conocer el proyecto elaborado por la empresa Acciona (que construyó y explota el moderno tranvía de Murcia) para poner en funcionamiento la primera línea tranviaria en Almería. En dicho estudio se hablaba del coste (entre 70 y 100 millones de euros) y del recorrido desde el Puerto en línea ascendente por la Avenida García Lorca para desdoblarse a la altura del cruce con el Barrio Alto; una vía discurriría por la Rambla de Amatisteros o por la Avenida Santa Isabel y la otra por la calle Granada para unirse en la nueva rotonda junto a la confluencia de la carretera de Ronda y la anterior calle; en este punto iría con doble vía por la calle de la Peseta, perpendicular a la Avenida del Mediterráneo, donde llegaría para alcanzar la base del complejo hospitalario de Torrecárdenas, lugar en el que para acceder al mismo se utilizarían ascensores desde la parada. Serían alrededor de 6 km con una frecuencia media de 10 minutos y unas 12 ó 13 paradas. 6 km en un tiempo máximo de 18 minutos para transportar entre 3 y 4 millones de viajeros al año. Estos proyectos tranviarios habían sido ya una propuesta de ASAFAL desde hacía años.
Incluso se comenzó a hablar de una serie líneas a las que se añadirían otras metropolitanas que conectarían Levante, Poniente y la UAL o el Aeropuerto a través de la línea Almería- Toyo/ Cabo de Gata.
En ASAFAL hemos estudiado la realidad del tráfico en Almería y descubrimos el hecho de que el número de vehículos duplica la media española, una situación que requiere de medidas radicales para mejorar la movilidad de las personas.
Pedro Mena Enciso
