SURREALISMO FERROVIARIO

El mes de julio de 2024 ha marcado un nuevo hito en los recién cumplidos 129 años de vida del imponente edificio de la estación del ferrocarril de Almería. Sus puertas se han vuelto a abrir para acoger de nuevo a los viajeros, aunque esta vez de una manera muy diferente. El gran vestíbulo ya no es ese gran espacio y se ha visto reducido por la instalación de dos módulos prefabricados, uno para la venta de billetes de la operadora Renfe, y otro para información de Adif. Es posible acceder al andén, donde esperar sentado en alguno de los bancos, aunque ya no será el tren quien se estacione junto a la vieja marquesina, porque solamente llegan hasta la colateral de Huércal-Viator. Serán unos autobuses, aparcados en la fachada principal, los que trasladen a los valientes viajeros que siguen fieles a ferrocarril. El único consuelo que queda es entrar en un espacio que, incomprensiblemente, ha estado cerrado desde hace un cuarto de siglo sin tener uso ninguno.

Lo más surrealista es la visión de los autobuses circulando por donde antes estaban las vías y con el grandioso edificio ferroviario al fondo. Sí, todo es provisional hasta que se construya la nueva estación intermodal de tren y autobuses, pero no deja de ser una estampa muy triste para todos los que amamos al ferrocarril y su historia.

Perdida la oportunidad de que el edificio histórico se hubiera convertido en la puerta de entrada mediante su integración en esa nueva estación, se abre una etapa incierta, donde ya no será lo que fue, aunque no lo era desde que comenzó esta centuria. ¿Qué pasará cuando entre en funcionamiento la nueva terminal? Muchas cosas se dicen, pero el daño ya está hecho, primero por despojarla de la función para la que fue concebida, segundo, por perjudicar su visión al afear el entorno con la construcción a sus espaldas de esas horribles torres y, tercero, por humillarla de la manera en la que lo están haciendo.

Solo nos queda la esperanza de que el edificio se conserve convenientemente y que se le de una utilidad acorde con su historia, además de la adecuación del espacio que la rodea para establecer una conexión con el embarcadero de Alquife Mines, más conocido como Cable Inglés. De momento, queda por delante un largo periodo de provisionalidad, pero todo llega y para entonces habrá que tener claro el futuro de uno de los edificios singulares de Almería.

REDACCIÓN ASAFAL

Vestíbulo de la estación a finales del siglo XX. Foto: fondo ASAFAL
Vestíbulo de la estación con módulos prefabricados provisionales. 07/2024. Foto ASAFAL.
La playa de vías convertida en una estación de autobuses. 07/2024. Foto ASAFAL
La estación con actividad ferroviaria a finales del siglo XX. Foto: fondo ASAFAL.

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