ANGEL FERNANDEZ.
MADRID.- Viajeros al tren es el título de una nueva serie de 13 programas que próximamente estrenará La 2 y que ha sido realizada con motivo del 150 aniversario del ferrocarril en España. Producida por TVE en colaboración con Renfe y otras empresas ferroviarias, pretende dar una visión de lo que es hoy este medio de transporte, sin olvidar su evolución desde sus comienzos en España el 28 de octubre de 1848, con la inauguración de la primera línea: Barcelona-Mataró.
Cada episodio es monográfico y cuenta con un presentador diferente. Se trata de personajes que han expresado repetidas veces su afición al tren. Los títulos y maquinistas son: Antiguas líneas, nuevos trenes (Rosa María Sardá), Trazados característicos (Agustín Ibarrola), Noches en tren (Joaquín Sabina), Las estaciones (Raimundo Amador), Trenes mercantes (Carlos Herrera), Los rápidos (Manuel Vicent), Los raíles comunican (Miguel Gila), El tren de todos los días (José Luis Pérez Caminero), Trenes sin fronteras (Luis Carandell), Disfrutar el viaje (Pedro Delgado) y El futuro viaja en tren (Lorenzo Milá).
«Comenzamos a rodar la serie a mediados de 1996 y se tenía que haber emitido el año pasado coincidiendo con el 150 aniversario, pero por problemas de programación no fue posible», precisa su director, Carlos J. Garzón. «Esta demora hace que algunos aspectos tratados hayan quedado ahora un poco desfasados», señala Garzón, quien menciona, por ejemplo, las referencias al futuro del AVE (las proyectadas líneas Madrid-Valencia yMadrid-Valladolid) o al auge de los trenes de cercanías.
Sin embargo, Viajeros al tren no nace con un planteamiento de documental rigurosamente histórico ni de profunda exhaustividad. «Hemos planteado la serie desde un punto de vista divulgativo, que no académico», señala su director, «para dar a conocer a la gente joven lo que ha sido el ferrocarril y mostrar a los mayores, sin apelar a la nostalgia, cuál es la situación actual».
En el aspecto visual, la serie se desmarca del documental clásico porque apenas recurre a imágenes de archivo. Y esto, según Garzón, no es un capricho: «Al tratar fundamentalmente el presente del tren, lo lógico es reflejarlo con imágenes de ahora; por otra parte, resulta muy difícil encontrar filmaciones de antes de la posguerra». Por esta circunstancia, y para no tratar el tren como si estuviera en vía muerta, son escasos los dibujos, fotografías, grabados y fotomontajes.
«Lo más difícil fue grabar los trenes en marcha ya que tienen su propia vida y su propia dinámica. Y no siempre fue posible rodar cuando y como queríamos», precisa el director.