El 26 de julio de 1895 comenzaba la explotación regular de la línea ferroviaria entre Linares y Almería, aunque solamente fuera en su sección tercera, el trayecto desde la capital almeriense hasta la localidad de Guadix. Tras los actos de inauguración de dicho tramo y de la majestuosa estación de Almería, que tuvieron lugar el día anterior, el deseo de probar el nuevo medio de transporte, tan anhelado durante largos años por la población, no se hizo esperar. El diario La Crónica Meridional, en su edición del 27 de julio relataba lo siguiente:
«Ayer, como teníamos anunciado, fue la apertura de la línea para viajeros. El primer tren salió de Guadix a las 7 de la mañana, llegando a esta capital a las 10 y 35 minutos, con 65 pasajeros. El Sr. D. Ivo Bosch había telegrafiado con antelación al despacho de billetes de Guadix para que le conservaran como recuerdo la primera moneda que entrase en la caja, habiéndole contestado que se le ha guardado una pieza de 5 pesetas. El tren ascendente salió de esta Estación a las 3 y 12 minutos. En él se marchó el Iltmo. Sr. Obispo de Guadix con sus capellanes. A despedirle acudieron a la estación los Sres. Alcaldes de Guadix y Almería; el Iltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis; el Secretario de éste; el Deán, Maestrescuela y Arcipreste de esta Catedral; D. Ivo Bosch; D. Rogelio Ichaurrandieta; don Antonio Navarro Ramírez; el Delegado de Hacienda; D. Jopé González Canet; Marqués de Valdeiglesias; D. Eduardo Alvarez de Toledo, y algunas personas más. También marcharon en el mismo tren D. Antonio Pérez de Herrasti; señor Sistermán, Almansa y hasta 176 pasajeros más. La Estación presentaba animadísimo aspecto, habiendo muchos revendedores. Todos los que estábamos presentes repetíamos la consabida frase de ¡parece mentira! Al arrancar el tren se dieron vivas al Obispo de Guadix y al de Almería.»
No sabemos qué fue de aquella primera moneda que entró en la caja de la estación de Guadix, pero sí hemos podido localizar un primer billete que se emitió y usó ese día en el primer tren regular. Desconocemos la identidad de quién lo utilizó para realizar el trayecto entre Almería y Huércal, pero al menos se ha conservado un trozo de historia de aquel día en el que por fin se ponía remedio al secular aislamiento de la provincia almeriense.
REDACCIÓN ASAFAL
