Con motivo del inicio de las obras del antiguo cargadero de la Compañía Alquife Mines, conocido popularmente como Cable Inglés, el día 22 de enero tuvo lugar la visita de un grupo de miembros de ASAFAL al propio cargadero para conocer de primera mano todo el desarrollo de esta importante obra para la preservación y nuevos usos de uno de los mejores ejemplos de patrimonio industrial de Almería. Se trata de la primera visita de colectivos ciudadanos que ha auspiciado la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura para divulgar entre toda la sociedad esta importante actuación.
Ramón de Torres, arquitecto y autor del proyecto de rehabilitación, junto con representantes de la empresa que está ejecutando la obra, explicó ampliamente las distintas fases de los trabajos que se llevan a cabo. En esta primera, que durará 14 meses, se procederá a la limpieza, restauración y consolidación de los elementos básicos de la estructura, dejando preparados los espacios previstos para acometer la segunda fase, que se prolongará durante otros 26 meses. Exteriormente, el viejo cargadero quedará tal y como es, pero totalmente rejuvenecido, mientras que en su interior habrá una primera planta que tendrá un pasillo exterior para que el visitante pueda recorrer todo el perímetro, pudiendo ver el mar a través de unos huecos interiores libres. Desde aquí, dos escaleras centrales y ascensores permitirán subir a las plantas superiores, donde irán las dependencias administrativas, una tienda, una sala para exposiciones y una cafetería en dos niveles, ésta en la parte final del embarcadero. También está prevista una sala donde habrá una exposición sobre la historia del Cable. Por último, queda la parte del haz de vías que, en principio sería un mirador y cabe la posibilidad de instalar un pequeño tren que transporte a los visitantes y que recorra toda la longitud del cargadero, desde el propio arranque, en las proximidades de la estación, hasta las toperas.
Otra actuación que se está terminando y que afecta a una parte de la rampa de acceso al cargadero, es una gran rotonda para distribuir el tráfico bajo las arcadas de piedra y que han obligado a modificar el primer pontón metálico (permitía el paso inferior del material rodante ferroviario a los antiguos Talleres Oliveros) y retranquear el estribo de apoyo, lado estación, para ampliar la luz y facilitar el paso de los vehículos una vez quede abierta al tráfico la referida rotonda. Para ello, se tuvo que desmontar piedra a piedra el estribo y, una vez terminado el nuevo emplazamiento, volver a colocarla tal cual estaba, al igual que el tramo metálico que reproduce el anterior retirado, pero más largo. Aunque todavía no está finalizada esta obra, esperamos que el resultado sea favorable al embellecimiento de todo el conjunto del embarcadero de la antigua compañía Alquife Mines.
