IDEAL

BLANCA ANEAS PRETEL B. A. P./ALMERÍA
El proceso para la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad de Almería ya está en marcha. Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVA) Argar, se muestran especialmente preocupados por el urbanismo en la capital y apuestan por dar un mayor protagonismo a los ciudadanos la hora de diseñar el nuevo plan. El presidente de Argar, Eugenio Antoral, afirma que el urbanismo, junto con el proyecto del soterramiento, son los dos grandes asuntos que «traen de cabeza» a su federación.
«Hace falta planificación», defiende Antoral. Según él, tan sólo hace unos años, durante uno de los primeros mandatos de Santiago Martínez, «se realizó una cierta planificación, pero esas previsiones, entre las que se incluía por ejemplo la Rambla, ya se han hecho».
Argar considera imprescindible «un diseño de la ciudad a largo plazo», en el que se fije cual va a ser la Almería de futuro y cuales serán las zonas de expansión de la ciudad en los próximos años. Antoral se muestra preocupado por el hecho de que quien dirige el área de Urbanismo «pertenezca a un partido independiente y cuyo futuro no sabemos muy bien cual va a ser, alguien a quien puede ser que dentro de poco ni siquiera tengamos que pedirle cuentas en las urnas». Por ello pide a GIAL y al propio concejal de Urbanismo, Juan Megino «un ejercicio de responsabilidad» y que no se pliegue «a determinados intereses».
Argar aplaude la decisión del PSOE de convocar reuniones con los colectivos vecinales para abordar la reforma del PGOU. Su presidente afirma con rotundidad que el nuevo documento «debe surgir del consenso» entre todos los sectores implicados.
El soterramiento
Otro asunto de gran calado para el futuro de Almería y que puede modificar su fisonomía actual, es el soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por la ciudad. Argar espera que el proyecto, sea finalmente el que sea, «eche a andar de una vez». Desde la FAVA ponen de manifiesto la situación vivida hasta ahora, con escasos avances. Antoral ve con buenos ojos que el Ministerio de Fomento haya decidido liderar el soterramiento, pero espera que eso se traduzca en avances palpables y significativos.
Sin entrar a valorar si debe haber o no lago artificial o que elementos deben colocarse en los terrenos que queden libres tras soterrar las vías del tren, Argar lo que quiere es «que se lleve a cabo de una vez el proyecto que sea». Como condición a la que no se debe renunciar en ningún caso, exigen que el soterramiento sea integral y que llegue hasta el Puerto. Eugenio Antoral señala que el ferrocarril puede ser el futuro ideal para el transporte de mercancías y para ello es necesario que el Puerto de Almería disponga de esta infraestructuras.
Caos en el tráfico
El presidente de Argar recuerda que «hace ya algunos años un concejal del Ayuntamiento de Almería reconoció que el tráfico en la ciudad era un caos». Desde entonces, señala Antoral, «alguien tendría ya que haber hecho algo para solucionarlo».
Los aparcamientos subterráneos en el centro de la ciudad, no contribuyen, según Argar a resolver del todo el problema. En muchos casos acaban saturados y los conductores se internan en el centro, creyendo que podrán estacionar en ellos, haciendo que la circulación de vehículos sea aún mayor. Las mejoras en el transporte público podrían ser la solución, que evitaría muchos problemas de tráfico en Almería.
La limpieza es, como no, otra de las preocupaciones de las asociaciones de vecinos que componen Argar. Esta FAVA pide más recursos para el barrido y limpieza de las calles y el fomento del reciclaje, ya que Almería dispone de una planta de separación de residuos modélica.
Argar señala que la falta de mantenimiento de las instalaciones deportivas de la ciudad de Almería puede agudizarse tras la finalización de los Juegos Mediterráneos. Antoral ve como muy positiva la instalación, por parte del área municipal de Deportes, de césped artificial en el nuevo campo de Los Ángeles y espera que se siga avanzando por ahí. Tras los Juegos Almería contará con más infraestructuras deportivas, que necesitan un adecuado mantenimiento. -¿Cuales cree que son las principales carencias de la ciudad de Almería, que los políticos aún no han sabido resolver?
-Comunicaciones, falta de determinadas instalaciones, propias de una gran ciudad, como un palacio de congresos; y que los políticos de Almería, a la hora de plantearse sus programas, miren más hacia el mar. Parece mentira que en la ciudad de Almería, cuando se habla de desarrollo, a veces se mira hacia los cerros y se deja de lado al mar.
-¿Cree que la ciudad está cediendo su condición de capital ante el empuje de otros municipios de la provincia?
-Sí, sin duda. Esa palabra, la pérdida de capitalidad es la expresión que he utilizado en muchas ocasiones. En los 20 años que llevo en Almería, veo como otras localidades, que yo quiero que sigan avanzando y que cada vez sean más importantes; como Roquetas o El Ejido; de una forma u otra, están superándonos. Y es bueno que esas ciudades avancen. Lo que no es bueno es que la capital se quede parada.
-¿Y qué haría falta para impulsar a la ciudad en ese sentido?
-No querría que se viese una crítica indiscriminada a los políticos de Almería. Pero muchas veces, los políticos de aquí, cuando salen de Almería, se olvidan de lo que han dicho aquí. Y no llevan la voz de Almería con la fuerza que dicen hacerlo. Veo que otras ciudades parecidas a Almería avanzan más que ella. Por ejemplo, en el tema de las comunicaciones aéreas, se echan la pelota, antes el PP al PSOE, ahora el PSOE al PP. Y mientras, no tenemos buenas comunicaciones aéreas, eso es evidente. Y creo que eso porque debería haber, no sé si llamarlo un pacto, pero sí un acuerdo tácito entre los representantes políticos, de que con independencia del partido que en un momento determinado gane las elecciones, cuando vayamos a Madrid, vamos a llevar una voz, si no única, no disonante. No vamos a apedrearnos unos a otros.
-En Argar os preocupa el mantenimiento de las instalaciones de la ciudad. ¿Teméis que tras los Juegos Mediterráneos algunos de los complejos deportivos queden algo abandonados?
-Espero que no, porque precisamente el concejal de Deportes, el señor Amizián, se ve que ha tomado medidas distintas a lo que se venía haciendo hasta ahora. Por tanto espero que no. Pero el miedo a que pueda ocurrir si lo tengo. Ahí hay un gran estadio, ¿qué va a pasar con él y cómo se va a mantener? Y vamos a tener al lado un pabellón, donde también va a ocurrir lo mismo. Los equipos que juegan en ellos son modestos y el mantenimiento tendrá que ser municipal. Me preocupa el pabellón nueva de la Diputación también.
-¿Y crees que se podía haber hecho más para aprovechar el tirón que suponen los Juegos Mediterráneos?
-Se podía no, se debía. Los Juegos, aparte de ser un espejo para que la ciudad se vea fuera, eran también la disculpa obligada para que las distintas administraciones hubieran puesto más de su parte y hubieran colaborado más en recuperar la ciudad. No tiene sentido que nos estemos planteando traer cruceros, sí para ir a la Alcazaba, tenemos que subir por donde tenemos que subir.
-En cualquier caso, ¿creéis que los Juegos van a ser ese acontecimiento histórico que se pregona?
-Yo creía eso firmemente antes. Ahora ya no estoy tan convencido. Espero que sí, que los Juegos sirvan para marcar un punto de inflexión y que a partir de ahí, la ciudad de verdad sea una gran ciudad. Es decir, ya lo es, pero que nos lo creamos nosotros mismos. Yo creo que el gran problema de Almería, es que a veces no nos creemos que seamos una gran ciudad. Y por ello, no hacemos lo que hace la gente en una gran ciudad y por eso nos falta ese palacio de congresos, o esas entradas más dignas por carretera a la ciudad, o nos falta el soterramiento.

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