EL TREN DE CERCANÍAS: ALMERÍA – BAJO ANDARAX

50 millores de euros, esa es la cantidad que cuesta la ampliación hacia el Aljarafe norte de la línea C5 de Cercanías de Sevilla. Pues bien, dicho y hecho, ADIF, la empresa de infraestructuras ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento, ya ha licitado las obras por ese importe, siendo el plazo de ejecución de diez meses. Y en Almería, ¿qué pasa con nuestra línea de cercanías entre el Bajo Andarax y la capital? Nada o, mejor dicho, en estudio.
La comparación no es casual, porque el caso sevillano es similar al almeriense: unas vías infrautilizadas, Sevilla – Huelva y Almería – Linares; electrificado el tramo aprovechable; con estaciones sin uso donde no paran los trenes regionales; con poblaciones que realizan desplazamientos recurrentes hacia sus respectivas capitales; con nuevos núcleos habitados próximos a la línea. Sin embargo, lo que en Almería se eterniza, en Sevilla se agiliza y, allí, no existen ni estudios ni planes de viabilidad  ni ningún impedimento para su puesta en marcha inmediata.
Si seguimos con la comparación, el asunto es para poner de los nervios al almeriense más paciente. Como sucedería en la necesaria y prometida línea de cercanías del Bajo Andarax, el grueso de la inversión se destina a la adecuación de las estaciones actuales y a la construcción de nuevos apeaderos, así como a los accesos por carretera y dotación de aparcamientos disuasorios, ya que la línea ferroviaria no necesita más que los ajustes necesarios para albergar las nuevas circulaciones de trenes. Así pues, estas sencillas actuaciones contribuyen de manera muy significativa a mejorar la movilidad de las personas del área metropolitana y, por lógica, el tráfico rodado en la capital y sus accesos. En definitiva, lo que venimos reclamando en Almería desde hace años y que no podemos demorar ni un día más.
Dentro del ambicioso proyecto de la Junta de Andalucía para mejorar la movilidad en el área metropolitana de Almería, la puesta en marcha de la línea del tren de cercanías del Bajo Andarax no requiere grandes inversiones, es rápida en su ejecución y, tanto los municipios que la integran como la propia capital, recogerían los beneficios inmediatamente. Entonces, ¿por qué no avanza este asunto como en Sevilla? Es hora de que Almería reciba lo que necesita si mayores demoras y que los responsables de llevar a cabo esta inversión pasen de las palabras a los hechos, sin más excusas, porque, en este asunto, no las hay.

EL TREN DE CERCANÍAS ALMERÍA – BAJO ANDARAX

50 millores de euros, esa es la cantidad que cuesta la ampliación hacia el Aljarafe norte de la línea C5 de Cercanías de Sevilla. Pues bien, dicho y hecho, ADIF, la empresa de infraestructuras ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento, ya ha licitado las obras por ese importe, siendo el plazo de ejecución de diez meses. Y en Almería, ¿qué pasa con nuestra línea de cercanías entre el Bajo Andarax y la capital? Nada o, mejor dicho, en estudio. La comparación no es casual, porque el caso sevillano es similar al almeriense: unas vías infrautilizadas, Sevilla – Huelva y Almería – Linares; electrificado el tramo aprovechable; con estaciones sin uso donde no paran los trenes regionales; con poblaciones que realizan desplazamientos recurrentes hacia sus respectivas capitales; con nuevos núcleos habitados próximos a la línea. Sin embargo, lo que en Almería se eterniza, en Sevilla se agiliza y, allí, no existen ni estudios ni planes de viabilidad  ni ningún impedimento para su puesta en marcha inmediata. Si seguimos con la comparación, el asunto es para poner de los nervios al almeriense más paciente. Como sucedería en la necesaria y prometida línea de cercanías del Bajo Andarax, el grueso de la inversión se destina a la adecuación de las estaciones actuales y a la construcción de nuevos apeaderos, así como a los accesos por carretera y dotación de aparcamientos disuasorios, ya que la línea ferroviaria no necesita más que los ajustes necesarios para albergar las nuevas circulaciones de trenes. Así pues, estas sencillas actuaciones contribuyen de manera muy significativa a mejorar la movilidad de las personas del área metropolitana y, por lógica, el tráfico rodado en la capital y sus accesos. En definitiva, lo que venimos reclamando en Almería desde hace años y que no podemos demorar ni un día más. Dentro del ambicioso proyecto de la Junta de Andalucía para mejorar la movilidad en el área metropolitana de Almería, la puesta en marcha de la línea del tren de cercanías del Bajo Andarax no requiere grandes inversiones, es rápida en su ejecución y, tanto los municipios que la integran como la propia capital, recogerían los beneficios inmediatamente. Entonces, ¿por qué no avanza este asunto como en Sevilla? Es hora de que Almería reciba lo que necesita si mayores demoras y que los responsables de llevar a cabo esta inversión pasen de las palabras a los hechos, sin más excusas, porque, en este asunto, no las hay.

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