EL sufrimiento ferroviario

Que Almería sigue sufriendo las penurias de un servicio ferroviario ya no supone una novedad a estas alturas, más bien es una costumbre a la que casi no le damos importancia. Ese es el principal motivo por el que nos siguen castigando quienes tienen la obligación de dotarnos de unas modernas infraestructuras acompañadas de servicios eficientes que sean útiles al ciudadano.

El paradigma de este desastre ferroviario es el llamado minisoterramiento de El Puche, una obra que va camino de los tres años si alguien no lo remedia. El tramo construido entre Almería y Guadix en la última década del siglo XIX se hizo casi en el mismo tiempo. Nos reiríamos con gusto si no fuera porque afecta a todos los ciudadanos que pagan sus impuestos para tener un buen ferrocarril.

Luego nos encontramos con los escuálidos servicios que tenemos “gracias” a la pandemia y a que la Renfe, estamos convencidos, va a estirar todo lo que pueda. Como a los tontos almerienses les da igual, pues así ahorramos, pensarán sus directivos. La situación se resume en dos frecuencias de ida y vuelta con Granada y una con Madrid, con pésimos horarios que no responden a las necesidades de la población. ¿Será este el tan cacareado Objetivo de Desarrollo Sostenible para impulsar la economía verde?

De las obras de la línea de alta velocidad con Murcia mejor no hablar, para qué, porque el político de turno nos vende que todo va como un tiro, pero la realidad es otra bien distinta. No hay más que darse una vuelta por alguno de los tramos y uno comprobará el hervidero de grúas, retroexcavadoras, camiones y cientos de personas trabajando. Es ironía. Las obras van al trantrán, como el tren que circula por la única vía que nos comunica con el mundo civilizado. Por cierto, ya que la mencionamos, resulta incomprensible que no se haya actuado de manera urgente en la mejora de la línea entre Almería y Granada para alcanzar un tiempo de viaje en torno a la hora y media y que, sin embargo, el ministro nos diga que no se va a hacer nada hasta terminar la nueva línea con Murcia. De nota.

Visto los visto y con los mimbres que tenemos, desde ASAFAL consideramos que para tener un servicio ferroviario medio decente deberíamos conseguir de forma inmediata lo siguiente:

1.- Vuelta de los trenes a la estación de Almería sin más demora. No se justifica ningún retraso, por mucho que nos hablen de pruebas, seguridad, etc.

2.- Entrada en servicio del cambiador de ancho en Granada y de la vía directa hacia/desde esta ciudad en Moreda para reducir algo el tiempo de viaje.

3.- Dos servicios ida y vuelta a Madrid, uno vía Linares y otro, vía Granada.

4.- Un tren ida y vuelta directo a Córdoba/Sevilla sin transbordo en Granada.

5.- Tres trenes ida y vuelta a Granada, teniendo en cuenta que el primero debería llegar no más tarde de las 8:30 a la ciudad vecina y que el último, de regreso no lo hiciera más allá de las 23:00. Además, garantizar que, al menos, dos de ellos, enlazaran en Granada con otros trenes con destino Sevilla y Córdoba.

A partir de aquí, podríamos ir avanzando poco a poco mientras se resuelven tantos entuertos que han generado los responsables del ferrocarril en esta provincia. Obras son amores y no buenas razones.

Jesús Martínez Capel – Presidente de ASAFAL. Artículo publicado en el Diario de Almería el 08/05/2021

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